Durante la noche no se ha oído ni "el respirar".Todo el mundo ha venido durmiendo,"alguno" más que "otras".
En Burdeos recogemos a Antonio,el otro chófer,que nos traerá a Córdoba.
Por delante tenemos casi veinticinco horas de viaje; nos da tiempo de desayunar, de comer, de merendar.. de lavarnos el pelo,secarlo con la plancha para llegar a Córdoba más guapa.
Conforme nos vamos acercando los ánimos se van calentando y empiezan la repetida pregunta ¿Cuánto queda?
Por el autobús se oye: qué gana tengo de ver a mis padres, a mis hermanas, a mi hermano, de comer cocido, tortilla de patatas, salmorejo, de quedar con los amig@s para contarle todo,de ver las notas......
Llegamos al final del viaje, devolvemos los rayos láser y, por supuesto, las castañuelas. Su propietario nos deleita con un pequeño concierto,muy aplaudido.
El autobús ha parado. Nos esperan. Gracias a tod@s por vuestro comportamiento y HASTA EL PRÓXIMO.